martes, 12 de junio de 2012

LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Un 19 de Septiembre, sembramos nuestra semilla, y nueve meses después recogemos la cosecha. De nosotros dependerá que la cosecha sea estéril o fructífera. Ahora recogeremos el fruto de nuestro esfuerzo y sacrificio durante todos estos meses. ¿Cómo crees que has cuidado tu tierra como sembradora de tu propia existencia?

Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando Él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: «He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.








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